Hoy, como casi todos los domingos, he amanecido con ganas de dar una vuelta y de disfrutar del dudoso obsequio que estamos recibiendo en este Octubre atípicamente caluroso; pasear por la zona del río, tomar un vermú con mi pareja y algún amigo, ya sabéis, el tipo de placeres sencillos que hacen de las vidas precarias algo digno de ser vividas. A veces pienso que qué suerte tener tan poco y valorar las cosas simples y temo (aunque no mucho) llegar a ser rica un día y volverme gilipollas. Sin embargo, a lo largo del día mis ánimos han ido bajando considerablemente, y lo cierto es que viendo el panorama mundial que se nos presenta creo que no es para menos: estamos asistiendo a un genocidio con la connivencia mal disimulada de los organismos internacionales. La UE anunció que iba a retirar las ayudas a Palestina tras el ataque de Hamás contra Israel para recular después por la presión de algunos de sus miembros, entre ellos España. Josep Borrell, en su papel de Alto representante de ...
Escritora por vocación y futura abogada de profesión. Aquí escribo sobre lo que veo, siento y vivo.